Miguel Soler-Roig
visual artist
Aura Revealed
Opening:
16th of November
Emma Molina is pleased to announce Aura Revelada, Miguel Soler-Roig's second solo show at the gallery.
Aura is the Greek goddess of breeze, her virtue is to be as swift as the wind. Aura flows, moves fast, generates a positive vibration around her: she is the paradigm of the contemporary woman in the context of today's fast-paced society. The way to represent this power that, also, protects and exalts is through the veil, an element that alludes to the celestial dome, the cave and the separation between the upper and lower worlds[1]. The role of the veil is equivalent to the firmament that divides the material and spiritual worlds. Therefore, removing veils or garments and stripping off ornaments are gestures that are associated with the search for truth.
To speak of the transformative power of feminine values, Miguel Soler-Roig travels to Greece and uses mythology as a set of stories based on the imagination that explain the universe and activate the power of individuals. In a way, myths are an altered and pseudo oneiric version of reality. In dreams everything is possible: people acquire superhuman powers, the natural becomes supernatural, the weak becomes powerful... There is a sort of inversion of contexts and scenarios. In short, another version of the real, more exciting, exotic, magical and surprising.
In the exhibition Aura revealed, the two experiential stages - dream and reality - are shown through the goddess Aura as the connecting protagonist and bearer of the veil. In the images we see the fabric in suspension, surrounding the figure and empowering her, inserting her into a dreamlike dimension, but from the faithful representation of the real. A key aspect of the exhibition is the establishment of parallels between key evolutionary axes in the history of our civilization: from more obvious rudimentary formulas to more abstract and sophisticated ones. On the one hand, it alludes to the process of development in human narrative representation that gradually transforms from the visual in cave art to the complex writing of the Sumerian people. On the other hand, the versatility and conviction of the photographic tool allows the mythological legend to be transformed into something palpable and visually reliable.
On entering the gallery, we enter a kind of multiverse inhabited by the representation of the goddess Aura in different types of photographic strategies (solarisation, relief, calligraphic intervention of the artist's poems), the veil as a metaphor of her power and other symbols that refer to the first artistic expressions of humanity: carved rocks, petroglyphs, horns... Let us not forget the bison or the wild goat are two of the characteristic figures of the most important findings of cave art. The Altamira cave on the Cantabrian coast is the best example, belonging to the Palaeolithic period (36,000 years ago), of engravings, drawings and paintings preserved on rock walls. These places, where there was hardly any light, were used to celebrate rites accompanied by a sacred and purifying fire.
The visual enrichment through the superimposition of various layers and transparencies allows the viewer several levels of reading: the exaltation of the figure of the Greek goddess, the strength of the primary elements such as air, fire, water and earth. To close the circle of this enveloping fiction, poems with a Greek-like calligraphy are integrated into the photographs. Mystery arises in their messages... are they real? can they be deciphered? Soler-Roig leaves the questions to the viewer, but among the questions is a certainty: in one of the photographs, the word GODDESS emerges between the letters of an original Greek slab. The subtlety of reality overflows fantasy and overwhelms.
[1] The "Velificatio" is a stylistic device used in ancient Roman art to frame a deity by means of an undulating garment and which has spread to later important pictorial works by Rubens, François Boucher and even Dante Gabriel Rosetti.
Aura Revelada
Inauguración:
16 de noviembre
Emma Molina se complace en anunciar Aura Revelada, la segunda muestra individual de Miguel Soler-Roig en la galería.
Aura es la diosa griega de la brisa, su virtud es ser tan veloz como el viento. Aura fluye, avanza rápido, genera una vibración positiva a su alrededor: constituye el paradigma de la mujer contemporánea en el contexto de la actual sociedad acelerada. La forma de representar ese poder que, a su vez, protege y exalta es mediante el velo, elemento que alude a la cúpula celeste, la cueva y la separación entre el mundo superior e inferior[1]. El papel del velo equivale al firmamento que divide el mundo material y el espiritual. Por eso, descorrer velos o vestiduras son gestos que se asocian con la búsqueda de la verdad.
Para hablar de la fuerza de transformación de los valores femeninos, Miguel Soler-Roig viaja a Grecia y se sirve de la mitología como conjunto de relatos basados en la imaginación que explican el universo y activan la potencia de los individuos. De alguna manera, los mitos son una versión alterada y pseudo alucinatoria de la realidad. En los sueños todo es posible: las personas adquieren poderes sobrehumanos, lo natural se convierte en sobrenatural, lo débil en poderoso… Se produce una suerte de inversión de los contextos y los escenarios. En definitiva, otra versión de lo real más emocionante, exótica, mágica y sorprendente.
En la exposición Aura revelada se muestran los dos estadios vivenciales –sueño y realidad– a través de la diosa Aura como protagonista conectora y portadora del velo. En las imágenes vemos la tela en suspensión, rodeando a la figura y empoderándola, insertándola en una dimensión onírica, pero desde la representación fidedigna de lo real. Un aspecto clave de la muestra es el establecimiento de paralelismos entre ejes evolutivos claves en la historia de nuestra civilización: de fórmulas más evidentes rudimentarias a otras más abstractas y sofisticadas. Por un lado, alude al proceso de desarrollo en la representación narrativa humana que se transforma paulatinamente desde lo visual en el arte rupestre hasta la escritura compleja del pueblo sumerio. Por otro, la versatilidad y convicción de la herramienta fotográfica, permite convertir la leyenda mitológica en algo palpable, fehaciente y visualmente creíble
Al entrar a la galería, accedemos a una suerte de multiverso habitado por la representación de la diosa Aura en diferentes tipos de estrategias fotográficas (solarización, relieve, intervención caligráfica de poemas del artista) el velo como metáfora de su poder y otros símbolos que remiten a las primeras expresiones artísticas de la humanidad: rocas talladas, petroglifos, cornamentas…No olvidemos el bisonte o la cabra salvaje son dos de las figuras características de los hallazgos más importantes del arte rupestre. La cueva de Altamira en la cornisa cantábrica es el mejor ejemplo, perteneciente al paleolítico (hace 36.000 años), de grabados, dibujos y pinturas conservadas en paredes rocosas. Estos lugares, donde apenas llegaba luz, se utilizaban para celebrar ritos con el acompañamiento del fuego sagrado y purificador.
El enriquecimiento visual a través de la superposición de diversas capas y transparencias permite al espectador varios niveles de lectura: la exaltación de la figura de la diosa griega en diversos niveles, la fuerza de los elementos primarios como aire, el fuego, el agua y la tierra. Para cerrar el círculo de esta ficción envolvente se incluyen poemas con una caligrafía de apariencia griega integrados en las fotografías. Surge el misterio en sus mensajes…¿son reales? ¿se pueden descifrar? Soler-Roig deja las preguntas en mano del observador, pero entre los interrogantes se halla una certeza: en una de las fotografías, la palabra DIOSA emerge entre las letras de una losa griega original. La sutileza de la realidad desborda la fantasía y sobrecoge.
[1] La “Velificatio” es un dispositivo estilístico utilizado en el arte romano antiguo para enmarcar una deidad por medio de una prenda ondulante y que se ha extendido a importantes obras pictóricas posteriores de Rubens, François Boucher e incluso Dante Gabriel Rosetti